miércoles, mayo 23, 2007

CHIQUIRRITIPIS: Los abuelos.



Al final, la comunicación entre nietos y abuelos siempre funciona bien.

sábado, mayo 19, 2007

ILUSTRÍSIMOS: José Luis Salinas. 1



Esta sección es un homenaje a los grandes dibujantes e ilustradores que, directa o indirectamente, han sido maestros de dibujantes de todos los niveles.

Y, recordando que el próximo año se cumplirá el centenario del nacimiento del mejor dibujante argentino, éste será el primer homenajeado:

José Luis Salinas nació en Buenos Aires, el 11 de febrero de 1908 y falleció el 10 de enero de 1985. En 1976 recibió el premio Yellow Kid a la trayectoria, en el XII Festival de Lucca, Italia.
En 1991 el Correo Argentino emitió una estampilla en homenaje a su personaje Hernán el corsario.

Fue un artista autodidacta. A los 21 años trabajaba para la agencia de publicidad Exitus.
En diciembre de 1936 comenzó a publicar su primera historieta en la popular revista Patoruzú, hasta marzo de 1938 (en el año 1940 la retomó) : Hernán, el corsario. Posteriormente se publicó en la revista El Hogar y en la legendaria Patoruzito; lógica y desgraciadamente, el formato original de las páginas fue adaptándose a cada publicación, con lo que se pierde la composición de las planchas y los cuadros son retocados o recortados; así y todo, el trazo suelto y el dibujo talentoso pueden apreciarse con certeza.

Dijo Alberto Breccia (según citan Trillo y Saccomano en Historia de la Historieta Argentina) : "Salinas fue bueno desde que empezó".
Y uno de los directores del King Features Syndicate (de EE UU, para el que hacía Cisco Kid) , le dijo a Salinas: "Lástima que usted se fue: usted era el reemplazante natural de Foster para El Príncipe Valiente". (Lamentablemente, ninguno de los dibujantes que sucedieron a Foster dio con su talla) .

En resumen, Hernán el corsario es una historieta ágil, guionada por el mismo Salinas al impulso de sus preferencias para dibujar (figuras humanas, animales, ambientes silvestres y gran dinamismo) . Y siempre ese maravilloso trazo maestro de pincel.

Para leer y releer: MAIGRET.




Sin vacilar, mi detective literario favorito es el inspector Jules Maigret, de la Policía Judicial de París.



Por supuesto, sus aventuras no se tratan en un único libro: llevo leídos (y releídos) alrededor de 50 volúmenes (cada uno de unas 200 páginas, aproximadamente) y estimo que deben faltarme unos 30 más. Que me propongo leer, a medida que los encuentre.

Jules Maigret es un tipo cabal, íntegro, sereno, honesto, confiable. Sólido, alto y robusto; de rostro "plebeyo" ancho y mandíbula fuerte. Se viste correctamente, y anda con su infaltable "sombrero hongo" y su gran pipa.
Conoce las calles de París y la psicología de sus habitantes mejor que cualquiera. Cree en una diferencia estricta del bien y del mal; es implacable con los criminales de vocación, pero misericordioso, y hasta comprensivo, con los débiles del submundo del bajo fondo.
Su carrera profesional se desarrolla a lo largo de muchos años, desde que es ascendido a detective, hasta que se jubila como Superintendente Jefe de la Policía Judicial. Y aun jubilado interviene en algún caso más.

Maigret no escatima esfuerzo, físico y mental, en la resolución de sus casos. Y en el procedimiento van tomando relieve las personalidades intrascendentes o cotidianas, hasta perfilarse sus individualidades: una ancianita que denuncia sucesos fútiles; un anónimo vagabundo sin historia evidente; una mujer "gris" en la sala de espera; un muchachito típicamente travieso; un hombre educado y profesional que va involucionando tercamente; una prepotente familia de alcurnia, que va dejando entrever sus falencias. Todos ellos van adquiriendo significación bajo la lupa de Maigret, y dejan de ser etiquetas tipificadas.

Hay mucho más que un misterio policíaco o un juego de enigmas en estos relatos: hay una descripción de la sociedad, un fondo histórico de la remodelación de París y de la Policía, un interés humano en los personajes y sus vidas. Y cada caso es un capítulo de la "biografía" de Maigret, que incita a continuar leyendo las siguientes etapas de este personaje tan entrañable.

El autor de los relatos del inspector Maigret fue Georges Simenon, escritor belga, nacido en Lieja en 1903, y fallecido en Lausana, Suiza, en 1989. Escribió, además, innumerables novelas, cuentos y relatos.

Existe una abundante publicación en castellano de las aventuras del inspector Maigret. Algunos de los títulos son: El amigo de la infancia de Maigret, El loco de Bergerac, La furia de Maigret, Cecile ha muerto, La noche de la encrucijada, Maigret se enfada, Entre los flamencos, La loca de Maigret, El difunto filántropo, Maigret y el hombre solitario, Crimen en Holanda, La sombra chinesca, La pipa de Maigret, Los sótanos del Majestic, Maigret con la muerte en los talones, El puerto de las brumas, Maigret se equivoca, El hombre de la torre Eiffel, Maigret y el ladrón perezoso, El ahorcado de Saint-Pholien, Maigret y los aristócratas, La taberna de los dos centavos; y ya es bastante decir, aunque haya muchos más.
Algunos de los casos de Maigret fueron llevados al cine, a la televisión y también a la historieta ( o bande dessinée). Y ahora mismo voy a ponerme a releer
Maigret y el fantasma.